Las autoridades griegas someten a los refugiados a una vigilancia invasiva

Los solicitantes de asilo que residen en un campo de refugiados griego financiado por la Unión Europea (UE) están sujetos a confiscaciones invasivas de teléfonos y a un seguimiento legalmente dudoso por parte de sistemas de vigilancia impulsados ​​por inteligencia artificial (IA), según revela un informe.

Publicados por las organizaciones no gubernamentales (ONG) Tengo Derechos (IHR) y la Red de Monitoreo de Violencia Fronteriza (BVMN), los hallazgos detallan violaciones de privacidad y prácticas de datos cuestionables que subrayan las crecientes preocupaciones sobre el papel de la tecnología en la gestión de la migración.

A medida que la UE aumenta su dependencia de la tecnología para la gestión de la migración, los campos de refugiados de Grecia se han convertido en sitios de experimentación para soluciones impulsadas por la IA. Pero los hallazgos –que se centran en el Centro Cerrado de Acceso Controlado (CCAC) de Samos, el principal campo de refugiados de Grecia financiado por la UE– plantean preguntas críticas sobre el costo para los derechos fundamentales y la privacidad en nombre del control fronterizo.

Este escrutinio se produce tras una multa de 175.000 euros impuesta el año pasado al Ministerio de Migración y Asilo de Grecia por la Autoridad de Protección de Datos griega (DPA) por violaciones de las leyes de protección de datos, lo que añade más peso a las preocupaciones sobre la legalidad de las prácticas de vigilancia del país.

Confiscaciones generalizadas de teléfonos

Según el informe, el 88% de los solicitantes de asilo entrevistados dijeron que les confiscaron sus teléfonos móviles al llegar a Samos. Los dispositivos fueron tomados sin explicación, y muchas personas fueron obligadas a desbloquearlos o proporcionar códigos de acceso. Al regresar, algunos teléfonos mostraron evidencia de manipulación, como aplicaciones accedidas, fotos eliminadas o niveles de batería alterados.

La base jurídica de estas acciones sigue sin estar clara. Si bien las autoridades griegas niegan la práctica, Frontex, la agencia fronteriza de la UE, confirmó en correspondencia con IHR que la retirada de teléfonos está incluida en planes operativos confidenciales. Los expertos legales sostienen que tales prácticas probablemente violan las leyes de protección de datos de la UE, incluido el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR).

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“No se podía decir que no [to the police]”, dijo un solicitante de asilo a los investigadores. “Cuando llegaron, gritaban y daban órdenes, como si nos arrestaran”.

Otro dijo: “Me sentí prisionero, pensaba que este es el castigo por haber venido ilegalmente”.

Computer Weekly ha recopilado de forma independiente testimonios de solicitantes de asilo que informan que sus teléfonos móviles fueron confiscados al llegar a Samos, así como a otras islas griegas y al continente.

Aún no está claro si los datos se extraen de dispositivos móviles y cómo los utilizan los funcionarios. Aún así, la posibilidad ha generado preocupaciones sobre su posible impacto en los procedimientos de asilo.

El portavoz de Frontex, Chris Borowski, dijo a Computer Weekly por correo electrónico que la agencia “opera estrictamente dentro de los límites de la legislación de la UE… y los derechos fundamentales están en el centro de todas nuestras actividades”.

Añadió: “Frontex no tiene autoridad para confiscar dispositivos personales ni acceder a datos privados. Estos son asuntos manejados por las autoridades nacionales y esperamos que tales acciones cumplan plenamente con las leyes nacionales y de la UE”.

La policía griega no respondió a la solicitud de comentarios de Computer Weekly antes de la fecha límite de publicación.

Vigilancia impulsada por IA en campos de refugiados

El informe también destaca el despliegue de Centaur e Hyperion, dos sistemas de vigilancia financiados por la UE que se basan en inteligencia artificial y datos biométricos. Centaur utiliza cámaras CCTV, drones y análisis de movimiento basados ​​en inteligencia artificial para señalar automáticamente las amenazas en el campamento y sus alrededores, con datos monitoreados de forma remota por el Ministerio griego de Migración y Asilo en Atenas y funcionarios en varias islas. Mientras tanto, Hyperion se basa en datos biométricos para controlar el acceso a las instalaciones.

La vigilancia generalizada ha convertido el CCAC de Samos en lo que muchos describen como una estructura similar a una prisión de alta tecnología. El informe de la ONG destaca evidencia de que parecen haberse colocado cámaras en áreas donde se esperaría privacidad, como pasillos interiores y contenedores donde duerme la gente.

“En cualquier momento estás siendo observado”, dijo un encuestado a los investigadores.

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La gran mayoría (92%) de los residentes de Samos CCAC entrevistados informaron que las autoridades no les habían informado sobre el monitoreo de CCTV, y el 85% afirmó que no habían visto ninguna señal que indicara el uso de cámaras.

Asimismo, todos los trabajadores del campo entrevistados confirmaron que no habían recibido información de las autoridades sobre las cámaras y no recordaban haber visto ningún letrero que indicara que las instalaciones estaban bajo vigilancia. Casi todos los encuestados informaron que no recordaban haber dado su consentimiento para que se procesaran sus datos.

El informe del RSI combinó múltiples métodos, incluido el análisis de documentos disponibles públicamente y solicitudes de libertad de información. Se basa en entrevistas con 59 residentes del campo, siete trabajadores y nueve expertos entre diciembre de 2023 y diciembre de 2024.

Además, los investigadores colaboraron con los residentes afectados por la tecnología para presentar solicitudes de acceso de interesados ​​(DSAR), una herramienta legal que permite a las personas acceder a datos personales en poder de empresas, organizaciones o agencias gubernamentales. Este esfuerzo representa el primer éxito conocido públicamente en la investigación de estos sistemas a través de DSAR.

El informe resultante ofrece el relato más detallado y completo hasta la fecha sobre las prácticas de extracción de teléfonos en el CCAC de Samos y el impacto de otras prácticas impulsadas por la tecnología en los solicitantes de asilo.

Participación de empresas israelíes

Los sistemas Centaur e Hyperion se han desarrollado con la participación de empresas tecnológicas griegas e israelíes. Según el informe, dos empresas israelíes, Viisights y Octopus, desempeñan papeles clave en la infraestructura de vigilancia.

Viisights se especializa en análisis de video de reconocimiento de comportamiento y ha proporcionado software de inteligencia artificial que se anuncia como capaz de detectar amenazas. El informe señaló que las imágenes de video del CCAC de Samos obtenidas a través de DSAR tenían una marca de agua con la marca Viisights, lo que confirma su participación.

Computer Weekly se ha enterado de que Viisights se encuentra en un proceso de insolvencia, lo que genera incertidumbre sobre su futura participación en las operaciones del campo griego.

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El logotipo de Octopus, un círculo naranja en la parte inferior derecha de la pantalla derecha, visto en la sala de control de Atenas.

Octopus, otra empresa israelí, suministra soluciones de seguridad que integran datos de múltiples tecnologías de vigilancia, como cámaras y drones, en un sistema de control centralizado, como se ve en la sala de control de Atenas. La plataforma Octopus también es utilizada por el Ministerio de Defensa de Israel y la empresa privada Coca-Cola, según el sitio web de la empresa.

Algunos consideran controvertida la participación de empresas israelíes en los campos de refugiados, y los críticos las acusan de utilizar poblaciones marginadas para probar tecnologías de vigilancia que luego podrían aplicarse en entornos militarizados.

Ni Viisights ni Octopus respondieron a la solicitud de comentarios de Computer Weekly antes de la fecha límite de publicación.

Al menos tres empresas griegas también participan en los proyectos Centaur e Hyperion. Incluyen ESA Security Solutions, Space Hellas y ADAPTIT.

Violaciones de protección de datos

La investigación de la DPA griega sobre los sistemas de vigilancia, que concluyó el año pasado, descubrió deficiencias significativas en la implementación de los sistemas Centaur e Hyperion, incluidas evaluaciones de impacto de protección de datos (DPIA) incompletas e inadecuadas.

Una investigación de Computer Weekly el año pasado reveló que las autoridades griegas parecían intentar cumplir retroactivamente el RGPD sólo después de implementar los sistemas, una violación de las leyes de protección de datos. Esta investigación también puso de relieve varias cuestiones citadas posteriormente en la decisión de la DPA.

Además de la multa récord, el Ministerio de Migración griego recibió instrucciones de adaptar los programas de seguridad a los requisitos del RGPD. Sin embargo, aún no está claro si se han tomado medidas correctivas.

Computer Weekly se puso en contacto con el Ministerio griego de Migración y Asilo para solicitar comentarios, pero no recibió respuesta.

¿Un plan para Europa?

La CCAC de Samos forma parte de una iniciativa más amplia de la UE para modernizar la gestión de la migración. Sin embargo, los críticos advierten que la infraestructura de alta tecnología de la instalación puede servir como modelo para replicar la vigilancia invasiva en toda Europa bajo el nuevo Pacto de la UE sobre Migración y Asilo.

La UE y las autoridades griegas prometieron que el CCAC sería una instalación modelo y humana. Sin embargo, los informes tanto de personas en movimiento como de trabajadores dan fe de la inhumanidad de la estructura y su arquitectura de vigilancia panóptica.

Ella Dodd, tengo derechos

Ella Dodd, coordinadora de promoción y estrategia de IHR en Samos, dijo: “Las personas que buscan seguridad en nuestra isla no son criminales. La UE y las autoridades griegas prometieron que el CCAC sería una instalación modelo y humana. Sin embargo, los informes tanto de personas en movimiento como de trabajadores dan fe de la inhumanidad de la estructura y su arquitectura de vigilancia panóptica”.

Los corresponsales del informe identificaron la extracción de teléfonos como el uso de tecnología más invasivo y angustioso en el campamento. Aun así, la mayoría de los solicitantes de asilo entrevistados dieron más importancia a las preocupaciones inmediatas –como el hacinamiento, las malas condiciones de vida, la atención médica inadecuada y el estrés de gestionar las solicitudes de asilo– que a los sistemas de vigilancia del campo y las prácticas de incautación de teléfonos.

Algunos incluso expresaron indiferencia o resignación hacia estas tecnologías y su uso, considerándolas menos apremiantes que otras dificultades.

El informe de la ONG insta a tomar medidas inmediatas, incluida la detención de la retirada de teléfonos, la sustitución de los sistemas biométricos por alternativas menos invasivas y la garantía de la transparencia en el despliegue de tecnologías de vigilancia.

El Ministerio de Migración griego no respondió a una solicitud de comentarios sobre las conclusiones del informe.

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