Los bajos niveles de diversidad han sido durante mucho tiempo un problema en el sector tecnológico, especialmente en lo que respecta al género, pero la situación podría empeorar aún más en un momento crítico. La industria necesita renovar su enfoque en elevar los niveles de diversidad e inclusión con carácter de urgencia, algo que se vuelve aún más importante dado el desarrollo y la implementación de la inteligencia artificial (IA) en innumerables sistemas y procesos utilizados en las empresas y la sociedad.
En los últimos tiempos, se informa que Google y Meta han reducido el tamaño de programas que caían bajo la bandera de DEI (diversidad, equidad e inclusión), mientras que los presupuestos y las inversiones para muchas iniciativas diferentes de diversidad en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) se han visto amenazados. Esto puede haber estado en parte alineado con una reducción general de los presupuestos para cumplir con las condiciones del mercado, pero DEI no es un extra opcional; Instaría a las empresas a que los protejan.
También fue un revés para la agenda de DEI cuando la iniciativa Tech Talent Charter (TTC) del Reino Unido, dedicada a ayudar a elevar los niveles de diversidad en la tecnología, cerró en junio. La TTC citó “prioridades cambiantes y presiones operativas que amenazan el progreso de las iniciativas DEI en toda la industria”. Fue un momento triste, incluso impactante, que ha sido muy debatido en la industria.
Vista desde la base de talentos
Pero en medio de todos estos cambios, ¿cuáles son las opiniones sobre DEI desde la propia base de talentos? Hallazgos de nuestro 2024 Informe global de salarios y talento tecnológico de Harvey Nashbasado en las aportaciones de 2700 profesionales de 44 países, proporciona información detallada y oportuna.
En general, encontramos que la mayoría de los profesionales de la tecnología (83%) cree que su organización está haciendo lo suficiente para promover la diversidad. Pero si se recortan los presupuestos y las iniciativas, es posible que esto no siga siendo así por mucho más tiempo.
Bev White, Nash al cuadrado
El informe destaca que los profesionales de la tecnología ya son más ambivalentes a la hora de profundizar y preguntar sobre grupos y características específicas. Sólo el 52% está de acuerdo en que se está haciendo lo suficiente para promover la participación femenina. Y el género es la categoría “más fuerte”: las respuestas se vuelven más variadas frente a otras características: solo el 36% está de acuerdo en que se está haciendo lo suficiente en torno a la neurodiversidad y el 38% en la discapacidad. A LGBTQ+ le va sólo un poco mejor (42%).
En términos de soluciones, se considera que los programas de tutoría dirigidos específicamente a la diversidad tienen el mayor impacto positivo, seguidos de cerca por procesos de contratación más inclusivos. Estos no son nuevos y es posible que no requieran grandes inversiones en un momento en que los presupuestos son limitados: sólo un enfoque claro y una acción comprometida.
Estos hallazgos muestran que hay mucho más por hacer para seguir moviendo el dial. Ya pasó el momento de hablar sobre DEI: ahora es el momento de actuar. No podemos darnos el lujo de dejar que las cosas sigan avanzando.
DEI: una cuestión muy humana
Sé lo importante que es la diversidad y la inclusión para las personas que trabajan en tecnología. Aunque estamos haciendo buenos progresos dentro del Nash Squared Group, con frecuencia recibo mensajes de miembros del personal relacionados con el tema. Dos cosas realmente le importan a la gente: ¿Hay personas como yo en puestos de liderazgo en la empresa para la que trabajo? Y, ¿tengo la flexibilidad que necesito para aportar lo mejor de mí al trabajo y ser quien realmente soy?
La primera pregunta se relaciona con la diversidad, mientras que la segunda es más una cuestión de inclusión. Es preocupante en el punto de inclusión que algunas grandes empresas tecnológicas estén presionando con fuerza en una agenda para que todos regresen a la oficina a tiempo completo. Sí, la colocación física ayuda a la creatividad y la colaboración, pero ¿a qué costo, si se la lleva demasiado lejos y con demasiada fuerza?
La plataforma en llamas de la IA
Lo que hace que todo esto sea aún más urgente es el acelerado despliegue de la IA. Todos sabemos que los algoritmos de IA se pueden utilizar de forma negativa, para crear deepfakes, difundir información errónea y manipular el pensamiento en las redes sociales. Con la integración de la IA no solo en las redes sociales, sino también en los motores de búsqueda, aplicaciones, generadores de contenido como ChatGPT y Bard, y numerosos sistemas de TI y herramientas de análisis de datos utilizados por empresas e instituciones, el sesgo en los algoritmos es un riesgo enorme. Es esencial que haya diversidad entre los desarrolladores que trabajan en IA porque cuando se crean herramientas que nos ayudan a interpretar el mundo, hay que tener una visión equilibrada. No garantizar esto podría tener consecuencias de gran alcance e incluso peligrosas.
Parte de la solución para el desarrollo seguro de la IA es la gobernanza y la regulación, pero sin duda, otra parte es contar con equipos diversos trabajando en su creación.
Reinstalar DEI como una prioridad estratégica clave
Por esa razón, pero también porque es necesario y correcto de todos modos, hago un llamado a la industria tecnológica y también a los formuladores de políticas para que vuelvan a colocar a DEI en el centro de la estrategia y redoblen los esfuerzos para atraer, retener y apoyar talentos diversos en toda la industria.
Cuanto más nos quedemos cortos en esto, mayor será el daño potencial en el mundo real. No hay tiempo que perder para restaurar DEI a donde pertenece, y hay mucho que ganar si logramos construir y mantener equipos diversos y equilibrados.
Bev White es directora ejecutiva de Nash Squared.