Se estima que el 75% de las vulnerabilidades de seguridad pasan desapercibidas. Gran parte de esto tiene que ver simplemente con la facilidad de acceso: durante mucho tiempo, la seguridad móvil se ha basado en la autenticación biométrica, como el escaneo de huellas dactilares y el reconocimiento facial.
Sin embargo, a medida que evolucionan las amenazas cibernéticas, estos métodos ya no son suficientes para contrarrestar las tácticas sofisticadas empleadas por los piratas informáticos modernos.
Aquí es donde entra en juego la biometría basada en el comportamiento. A través de un análisis de patrones únicos en cómo los usuarios interactúan con sus dispositivos (desde ritmos de escritura hasta patrones de desplazamiento), este enfoque innovador crea un perfil de seguridad dinámico de múltiples capas que es increíblemente difícil de replicar.
Comprender la biometría basada en el comportamiento
La biometría basada en el comportamiento es un método de autenticación que identifica a las personas en función de sus patrones únicos de interacción, en lugar de aspectos físicos permanentes. Por tanto, este enfoque se centra en cómo se comportan los usuarios cuando utilizan sus dispositivos.
Estas interacciones crean una “huella digital de comportamiento” única para cada usuario, que se puede comparar con el comportamiento en tiempo real para detectar anomalías y posibles amenazas a la seguridad.
¿Qué tipo de comportamientos se pueden rastrear y analizar?
La mayoría de los profanos piensan que la biometría basada en el comportamiento es una masa amorfa que debe observarse como una entidad única. En cambio, es más bien un rompecabezas que permite a las aplicaciones determinar la identidad de los usuarios, mediante un proceso de verificación de varios pasos, que consiste en:
- Ritmo de escritura: El sistema analiza la forma única en que escribe un usuario, incluida la velocidad entre pulsaciones de teclas, la duración de las pulsaciones de teclas, la presión aplicada a la pantalla táctil e incluso la frecuencia de los errores de escritura.
- Manejo del dispositivo: Esto examina cómo un usuario interactúa físicamente con su dispositivo, incluido el ángulo en el que normalmente sostiene el teléfono, si usa una mano o dos, e incluso movimientos sutiles como temblores en las manos. En particular, los acelerómetros y giroscopios del dispositivo capturan estos datos.
- Patrones de caminata: Al utilizar los sensores de movimiento del dispositivo, el sistema puede analizar la marcha del usuario. Esto incluye el ritmo de los pasos, el rebote al caminar y cómo se mueve el dispositivo en el bolsillo o en la mano mientras camina.
- Patrones de uso: Esto se centra en cómo un usuario navega en su dispositivo. Incluye la secuencia en la que normalmente se abren las aplicaciones, cuánto tiempo se usan y a qué horas del día. También considera cómo un usuario navega dentro de las aplicaciones e intenta establecer correlaciones.
- Comportamiento de desplazamiento: El dispositivo analiza la velocidad y el estilo de desplazamiento, si un usuario tiende a desplazarse suavemente o con movimientos rápidos, con qué frecuencia hace pausas y en qué parte de la pantalla toca normalmente para iniciar el desplazamiento.
Cada uno de estos patrones, aunque no necesariamente únicos por sí solos, se combinan para crear un perfil de comportamiento complejo que es altamente individual y extremadamente difícil de replicar.
Ventajas de la biometría conductual sobre los métodos biométricos tradicionales
Para el ojo inexperto, el iris y las huellas dactilares parecen el pináculo de la autenticación biométrica, pero hay muchos problemas que los rodean, especialmente los relacionados con el almacenamiento, la falta de continuidad o incluso la calidad del sensor. Por otro lado, un enfoque conductual proporciona:
Autenticación continua frente a verificación en un momento dado
Los métodos biométricos tradicionales, como el escaneo de huellas dactilares o el reconocimiento facial, suelen proporcionar una verificación en un momento dado, normalmente cuando un usuario inicia sesión en una aplicación o dispositivo. Una vez que se completa esta autenticación inicial, el sistema asume que el usuario autorizado todavía tiene el control.
Por el contrario, la biometría basada en el comportamiento monitorea constantemente el comportamiento del usuario durante toda la sesión, brindando seguridad en tiempo real. Este enfoque puede detectar el acceso no autorizado inmediatamente, incluso si ocurre después del inicio de sesión inicial, lo que reduce significativamente la ventana de oportunidad para posibles atacantes.
Dificultad de replicación o robo.
La biometría física, si bien es única, puede potencialmente replicarse o robarse. Las huellas dactilares se pueden quitar de las superficies usando una simple cinta adhesiva, y los sistemas de reconocimiento facial a veces pueden ser engañados por fotografías o máscaras de alta calidad.
Sin embargo, la biometría del comportamiento es sumamente difícil de replicar o robar. Imitar el ritmo de escritura de una persona o cómo maneja su dispositivo es mucho más complejo y requiere una observación detallada y continua, e incluso así, es imposible imitar la mente subconsciente de alguien.
Adaptabilidad a los cambios de comportamiento de los usuarios.
Una de las características más poderosas de la biometría basada en el comportamiento es su capacidad para adaptarse a cambios graduales en el comportamiento del usuario, evitando así incidentes de seguridad por falsos positivos. Las interacciones de las personas con sus dispositivos pueden evolucionar con el tiempo debido a factores como la edad, las lesiones o simplemente el cambio de hábitos.
Si bien la biometría tradicional puede requerir actualizaciones manuales (como volver a escanear una huella digital), los sistemas de comportamiento utilizan algoritmos de aprendizaje automático para aprender y adaptarse continuamente a estos cambios. Esta adaptabilidad mantiene el sistema preciso y eficaz a largo plazo, reduciendo los falsos rechazos y manteniendo altos estándares de seguridad.
Impacto directo de la biometría basada en el comportamiento en la seguridad de las aplicaciones móviles
Inicialmente, los sistemas biométricos conductuales se utilizaban sólo en grandes instalaciones de fabricación y locales gubernamentales, pero desde entonces se han convertido en una forma viable de monitorear cómo, por qué y cuándo alguien usa una aplicación en particular, permitiendo así:
Prevención del fraude
La capacidad de los sistemas biométricos basados en el comportamiento para analizar continuamente los patrones de comportamiento de los usuarios y detectar rápidamente anomalías los hace muy eficaces para identificar actividades potencialmente fraudulentas.
Por ejemplo, si una aplicación bancaria detecta patrones de escritura inusuales o un manejo de dispositivo desconocido durante una transacción, puede marcar la actividad para una verificación adicional o bloquear temporalmente la transacción. Esta capacidad de detección de fraude en tiempo real puede reducir significativamente las pérdidas financieras y proteger a los usuarios de transacciones no autorizadas.
Detección de acceso no autorizado
A diferencia de las medidas de seguridad tradicionales que solo verifican la identidad al iniciar sesión, la biometría del comportamiento monitorea continuamente las interacciones del usuario durante toda la sesión. Este proceso de autenticación continuo puede identificar rápidamente si un usuario no autorizado obtiene acceso a una aplicación después del inicio de sesión inicial.
Por ejemplo, si un dispositivo se deja desbloqueado, el sistema puede detectar cambios en los patrones de escritura, el comportamiento de desplazamiento o los hábitos de navegación de aplicaciones que no coinciden con el perfil del usuario autorizado. Al detectar un posible acceso no autorizado, la aplicación puede tomar medidas inmediatas, como cerrar la sesión del usuario, solicitar una nueva autenticación o alertar al personal de seguridad.
Experiencia de usuario mejorada
Si bien la seguridad es el área principal de atención, la biometría basada en el comportamiento también puede mejorar significativamente la experiencia del usuario de las aplicaciones móviles. Dado que el sistema funciona en segundo plano, proporciona una autenticación fluida y discreta sin necesidad de que los usuarios verifiquen repetidamente su identidad ingresando contraseñas o escaneando huellas dactilares.
Esto crea una experiencia de usuario más fluida y sin fricciones, especialmente para las aplicaciones de uso frecuente. Por ejemplo, una aplicación bancaria podría utilizar biometría conductual para permitir a los usuarios realizar tareas rutinarias como consultar saldos o realizar pequeñas transferencias sin requerir pasos de autenticación adicionales.
La aplicación solo solicitará una verificación explícita para acciones más sensibles o cuando detecte desviaciones significativas de los patrones de comportamiento normales.
Asegurar el acceso a la API
Para las aplicaciones que dependen de API para obtener acceso a datos confidenciales, la biometría del comportamiento es la mejor manera de mantener continuamente un alto nivel de seguridad al interactuar con servicios externos. Por ejemplo, si alguien utiliza una aplicación para chatear con un archivo PDF o transcribir un vídeo privado, la biometría basada en el comportamiento puede verificar continuamente la identidad del usuario durante su interacción con la aplicación. Esto garantiza que solo el usuario autorizado tenga acceso a su información confidencial.
Desafíos de implementar la biometría basada en el comportamiento
Si bien la biometría basada en el comportamiento ofrece importantes ventajas para la seguridad de las aplicaciones móviles, también enfrenta varios desafíos y limitaciones que deben abordarse:
Precisión y falsos positivos/negativos
Uno de los principales desafíos en la implementación de la biometría basada en el comportamiento es lograr y mantener altos niveles de precisión. El sistema debe lograr un delicado equilibrio entre seguridad y usabilidad.
Los falsos positivos (marcar incorrectamente a los usuarios autorizados como amenazas potenciales) pueden generar frustración en el usuario y una menor participación en la aplicación. Por el contrario, los falsos negativos (no detectar el acceso no autorizado) pueden comprometer la seguridad.
Preocupaciones sobre la privacidad
La recopilación y el análisis de datos de comportamiento detallados plantean importantes preocupaciones sobre la privacidad. Los usuarios pueden sentirse incómodos con el nivel de seguimiento requerido para la biometría basada en el comportamiento, percibiéndolo como invasivo o excesivo.
También existen preocupaciones sobre la seguridad de estos datos y cómo podrían usarse para fines distintos de la seguridad, como publicidad dirigida o elaboración de perfiles de usuario.
Abordar estas preocupaciones requiere una combinación de medidas sólidas de protección de datos, junto con la aplicación de principios de seguridad desde el diseño, el cumplimiento de regulaciones de privacidad como GDPR o CCPA, y una comunicación clara con el usuario.
Obstáculos de implementación técnica
La implementación de biometría basada en el comportamiento en aplicaciones móviles presenta varios desafíos técnicos:
- Consumo de recursos: El monitoreo y análisis continuo del comportamiento del usuario puede requerir un uso intensivo de computación y afectar potencialmente el rendimiento del dispositivo y la duración de la batería.
- Complejidad de la integración: La incorporación de biometría basada en el comportamiento en las arquitecturas de aplicaciones y sistemas de seguridad existentes requiere importantes recursos de desarrollo.
- Coherencia entre dispositivos: Garantizar un rendimiento constante en diferentes tipos de dispositivos, sistemas operativos y versiones de aplicaciones puede resultar complicado debido a las variaciones en las capacidades del hardware y los entornos de software.
- Gestión de datos: Manejar los grandes volúmenes de datos de comportamiento generados requiere soluciones eficientes de almacenamiento y procesamiento de datos, tanto en el dispositivo como en la nube.
Superar estos obstáculos técnicos requiere investigación y desarrollo continuos, colaboración entre desarrolladores de aplicaciones y expertos en seguridad, y el desarrollo de marcos estandarizados o API para la implementación biométrica basada en el comportamiento.
Terminando
Está claro que la biometría basada en el comportamiento revolucionará potencialmente la seguridad de las aplicaciones móviles. Al autenticar continuamente a los usuarios en función de sus patrones de interacción únicos, esta tecnología ofrece una protección sólida contra el fraude y el acceso no autorizado. Su capacidad para resistir la replicación lo distingue claramente de los métodos biométricos tradicionales.
Dicho esto, la clave para la adopción generalizada de la biometría conductual radica en lograr el equilibrio adecuado: aprovechar los beneficios de seguridad de esta tecnología respetando al mismo tiempo la privacidad del usuario y manteniendo la transparencia.