A menos que las encuestas electorales actuales demuestren estar enormemente equivocadas, el Reino Unido está al borde de un gobierno laborista. Pero, ¿qué significará eso para los esfuerzos gubernamentales de larga data por lograr una “transformación digital” del sector público?
Computer Weekly ha brindado información útil sobre cómo los demócratas liberales, los conservadores y los laboristas ven el papel de la tecnología, desde una posible revisión de las leyes tributarias IR35 y mejoras a la aplicación NHS, hasta nuevas estrategias industriales para regular la IA y ofrecer “tecnología basada en datos”. servicios públicos”.
El Partido Laborista está planeando “la mayor reestructuración de Whitehall en décadas” para romper los silos departamentales en pos de cinco nuevas “misiones”. Estas cinco misiones serán dirigidas por el Primer Ministro y tendrán como objetivo impulsar el crecimiento económico, hacer de Gran Bretaña una superpotencia de energía limpia, recuperar nuestras calles, derribar barreras a las oportunidades y construir un NHS apto para el futuro.
Si el próximo gobierno quiere tener éxito en abordar los numerosos desafíos que enfrenta, el Primer Ministro también podría considerar encabezar una sexta misión: restablecer el enfoque del gobierno hacia la transformación digital.
Por qué lo digital es importante
El gobierno estaría mucho mejor equipado para enfrentar los desafíos que enfrenta si las estrategias de “transformación digital” de los últimos 30 años hubieran cumplido su promesa. Las tecnologías y prácticas digitales pueden mejorar la formulación de políticas, agilizar la administración y brindar conocimientos que ayuden a los gobiernos a aprender, reaccionar y adaptarse de manera más efectiva.
Desafortunadamente, a pesar de décadas de gasto en “transformación digital”, nuestro sector público todavía funciona en gran medida como lo hizo en el siglo pasado.
Por eso es importante una sexta misión. Un mejor enfoque para la reforma digital ya no es simplemente algo que “es bueno tener”. Es esencial ayudar a romper los silos departamentales, mejorar el compromiso democrático, disfrutar de una formulación de políticas mejor informada y receptiva, lograr mejores resultados, reducir la carga administrativa y reformar y modernizar nuestras organizaciones del sector público.
Las consecuencias políticas y humanas del fracaso digital
El prolongado fracaso en transformar nuestro sector público degrada la eficacia de la formulación de políticas y la administración del gobierno. Es un fracaso con consecuencias humanas muy reales, que a menudo afectan la vida, y socava la capacidad de los gobiernos para cumplir su mandato democrático. No es de extrañar que la confianza de los votantes esté en un mínimo histórico.
En su muy citado discurso de la década de 1960 sobre el “calor de la tecnología”, el ex Primer Ministro Harold Wilson comentó que: “La Gran Bretaña que se va a forjar al calor de esta revolución no será lugar para prácticas restrictivas ni para métodos anticuados en materia de tecnología”. ambos lados de la industria”.
Sin embargo, los gobiernos rara vez han centrado sus esfuerzos digitales en modernizar sus “métodos obsoletos”. En cambio, los programas digitales han automatizado en gran medida las estructuras organizativas existentes y sus procesos transaccionales relacionados y formularios de la era del papel.
La abultada biblioteca de informes de la Oficina Nacional de Auditoría (NAO) y del Comité de Cuentas Públicas (PAC) proporciona abundante evidencia de falla digital. Las fallas actuales incluyen violaciones del estado de derecho y la pérdida o alteración rutinaria de datos en sistemas nacionales críticos.
Estos fallos no sólo plantean preocupaciones sobre la calidad de la ingeniería y el diseño de sistemas. También destacan la fractura dañina entre la formulación de políticas y la tecnología, la consecuencia de casi tres décadas de oportunidades políticas perdidas para utilizar la tecnología para repensar y rediseñar el sector público con el fin de mejorar los resultados de las políticas públicas.
La rutina de 30 años de mover transacciones y formularios burocráticos en papel a una pantalla tiene poco que ver con la “transformación”. Lejos de ahi. La digitalización y automatización de transacciones y departamentos de la era del papel bloquea mejores formas de organizarse y trabajar, frustrando los repetidos esfuerzos políticos por “romper los silos” de Whitehall. El gobierno necesita aprender cómo la tecnología puede reducir la carga administrativa, no simplemente digitalizarla.
El resultado de esta brecha entre la aspiración digital y la realidad es que los gobiernos carecen de los instrumentos, las instituciones y los procesos de formulación de políticas necesarios para operar de manera efectiva en nuestro mundo en rápido movimiento y cada vez más desafiante. El resultado es todo lo contrario de lo que las sucesivas administraciones del Reino Unido pretendían lograr.
Es hora de cambiar la mentalidad
La modernización tan deseada de nuestro sector público y de nuestras instituciones públicas sólo se producirá cuando exista un compromiso político sostenido para adoptar la tecnología para lograr mejoras democráticas, sociales y económicas.
La mala memoria organizacional, el liderazgo y la gestión inconsistentes y la falta de aprendizaje de las últimas tres décadas han socavado la transformación digital. Como resultado, fuera de los pequeños focos de excelencia, hay una notable falta de progreso hacia el diseño y la implementación de un sector público más eficaz y adecuado para el siglo XXI.
La buena noticia es que un reinicio no requiere ideas nuevas y no probadas. Se trata de trabajar de manera más efectiva, aplicando las lecciones aprendidas en las últimas tres décadas: lo que funciona y lo que no. Y se trata de ofrecer un mejor liderazgo, gestión y orquestación de la experiencia y los recursos existentes.
El próximo gobierno necesita implementar un mejor enfoque, uno que modernice la formulación de políticas, las estructuras, las prácticas, los procesos, las operaciones y la administración subyacentes del gobierno. La verdadera transformación digital sólo puede ocurrir como parte de una misión política sostenida para mejorar la formulación de políticas y la administración pública. Para tener éxito, necesita un reinicio del gobierno digital que:
- Mejora los resultados de las políticasutilizando enfoques como el pensamiento sistémico como base para un desarrollo, diseño, implementación y mejora más efectivos de las políticas;
- Mejora la colaboración temprana en materia de políticasinvolucrando a una gama más amplia de profesionales desde el inicio del desarrollo de políticas;
- Implementa enfoques realistas para los datos.fundamentando la selección, el análisis, la gestión y el uso de los datos en la realidad;
- Proporciona educación relevante.ayudando a tecnólogos y otros especialistas a comprender los procesos de negocios legislativos y de políticas del gobierno para ayudarlos a respaldar mejor el diseño y la implementación de políticas.
Los formuladores de políticas y los especialistas digitales deben trabajar como parte de equipos colaborativos e integrados para desarrollar organizaciones y sistemas de información más flexibles y más capaces de mejorar la formulación de políticas y la administración pública, incluida la entrega de interacciones cara a cara no digitales.
Mapear el paisaje
Mapear el paisaje ayudará a mejorar la conciencia situacional e identificar qué funciona y qué no, qué se puede reutilizar, qué es necesario arreglar y cómo.
Hay una gran cantidad de documentación y orientación que abarca todo, desde legislación hasta formulación de políticas, finanzas, gobernanza, educación y capacitación, adquisiciones, tecnología y estándares de datos. Pero hay poca coherencia. Navegar y aplicar lo que está disponible puede ser complejo, contradictorio y llevar mucho tiempo.
La experiencia y los recursos no se dirigen de manera efectiva ni se utilizan de manera consistente. Con demasiada frecuencia, la orientación y la implementación de la tecnología y la tecnología digital viven aisladas del entorno político, jurídico, administrativo y de formulación de políticas más amplio en el que deben operar.
Mapear el paisaje ayudará a identificar aspectos que deben mejorarse, eliminarse o integrarse más estrechamente. Deberá incluir el Libro Verde del Tesoro de SM, Casos de Negocio, el Estándar de Servicio y la amplia gama de otras orientaciones existentes, desde políticas hasta adquisiciones.
Por ejemplo, el Estándar de Servicio, ampliamente utilizado, ayuda a “el gobierno a crear y administrar buenos servicios digitales”. Pero también ilustra el aislamiento de los equipos digitales del diseño de la legislación y las políticas. Como parte de su reinicio de la transformación digital, el próximo gobierno debería incorporar el Estándar de Servicio en un nuevo Estándar de Política que reúna orientación y garantía política, legal, técnica y comercial.
Revitalizar el compromiso democrático y la rendición de cuentas
La tecnología ofrece la oportunidad de fortalecer el papel de los ciudadanos y la sociedad democrática. Puede ayudar a mejorar la relación política y constitucional entre los gobiernos nacional, regional y local en todas sus funciones, responsabilidades, recursos, mecanismos de financiación y rendición de cuentas. Las tecnologías y prácticas digitales pueden desempeñar un papel esencial para permitir una organización y administración más efectivas y democráticas.
Los principios del gobierno abierto (transparencia, participación, colaboración y escrutinio) proporcionan un kit de inicio útil para mejorar el compromiso democrático y la rendición de cuentas. Si bien se han logrado avances bienvenidos en la apertura de datos gubernamentales, la adopción de estándares abiertos y la promoción del papel de plataformas como el sitio web Gov.uk y Gov.uk Pay, es necesario comprenderlos, adoptarlos e implementarlos de manera más consistente. Se deben considerar los mandatos si el progreso continúa estancado.
También es necesario mejorar el escrutinio y la rendición de cuentas mediante la implementación de un conjunto consistente de requisitos y métricas desde las primeras investigaciones y diseño de políticas hasta el caso de negocios en adelante. Deben abarcar aspectos como políticas, legislación, tecnología (incluidos los datos) y adquisiciones, junto con procesos de garantía y transparencia continuas.
Racionalizar y racionalizar la organización y administración del sector público.
Una prueba importante de los programas gubernamentales debería ser hasta qué punto utilizan la tecnología para reducir la carga administrativa. La tecnología puede ayudar a eliminar o minimizar costos, datos, estructuras y procesos duplicados dentro y entre organizaciones.
En lugar de poner en línea los procesos de la era del papel, lo que hace poco para reducir la carga administrativa y puede subcontratar una mayor parte de la carga sobre los ciudadanos, es necesario eliminarlos siempre que sea posible y reemplazarlos con alternativas más inteligentes, como servicios públicos basados en datos. Los casos de negocio deberían requerir una evaluación de la carga administrativa antes y después de la implementación.
Se deben tener en cuenta los análisis y recomendaciones de los informes de la NAO y del PAC. La comunidad más amplia de orientación disponible en áreas como el uso de plataformas también es muy relevante para la reforma estructural y operativa. Y se necesitan programas de educación ejecutiva en modelos operativos digitales para los políticos, sus asesores y altos funcionarios.
Seguimiento y anticipación del cambio
El gobierno necesita mejorar la forma en que rastrea y anticipa el cambio si quiere planificar y responder de manera más oportuna y adecuada. Existe un amplio trabajo existente que se puede aprovechar y utilizar de manera más efectiva; por ejemplo, el conjunto de herramientas de la Oficina Gubernamental para el Futuro Científico para formuladores de políticas y analistas.
Como parte de este trabajo, el gobierno debe asegurarse de tener suficiente experiencia y conocimientos internos para evitar ser engañado o desviado por las últimas “burbujas tecnológicas” de moda. Necesita emplear más especialistas con el conocimiento y la experiencia para distinguir entre las exageraciones y la realidad.
Hacerlo realidad: misión número seis
El próximo gobierno del Reino Unido tiene la oportunidad de utilizar la tecnología para mejorar radicalmente nuestro sector público, ayudando a repensarlo y reformarlo para que funcione mejor tanto para los empleados como para los ciudadanos.
En un momento en que el Reino Unido enfrenta una lista cada vez mayor de desafíos, “digital”, “tecnología” y “datos” pueden parecer geek e irrelevantes para los políticos, los ciudadanos y las empresas por igual, pero es todo lo contrario.
Parte de la razón por la que a los gobiernos les resulta tan difícil investigar, aprender, adaptarse y reaccionar rápida y eficazmente a estos desafíos cada vez mayores surge de la incapacidad de lograr la transformación largamente prometida de nuestro sector público.
Un mejor enfoque de las tecnologías y prácticas digitales mejorará la formulación de políticas y racionalizará la administración. Ayudará a los gobiernos a cumplir sus compromisos y misiones manifiestos de manera más rápida y efectiva en todos los silos de Whitehall, y mejorará su capacidad para escuchar y responder a los ciudadanos y las empresas de manera más oportuna.
La verdadera transformación digital ya no es simplemente algo “bueno de tener”. Es esencial ayudar a los políticos y formuladores de políticas a comprender mejor y solucionar los crecientes desafíos sociales, económicos, geopolíticos y ambientales del Reino Unido.
Un reinicio mejorará el compromiso democrático, respaldará una formulación de políticas mejor informada y receptiva, reducirá la carga administrativa y ofrecerá una forma más eficaz de organizar y administrar el sector público.
Es por eso que la misión de crear un sector público más inteligente, más eficaz y mejor adaptado al siglo XXI merece ser una de las principales prioridades del próximo gobierno del Reino Unido.
Jerry Fishenden es un tecnólogo independiente que trabaja con una variedad de clientes. Anteriormente fue CTO de Microsoft Reino Unido, el regulador financiero de la ciudad de Londres, el Reino Unido…