Seis pasos clave en la planificación y la toma de decisiones

Para las empresas que desean optimizar la entrega de aplicaciones, especialmente durante los picos de demanda, la explosión de la nube es una opción atractiva.

La explosión en la nube permite a las organizaciones recurrir a los recursos de cómputo y almacenamiento en la nube elásticos y de pago por uso para manejar los picos de demanda. Esto puede ayudar a evitar gastos de capital y es una forma más rápida de agregar capacidad que comprar hardware de TI.

Sin embargo, la explosión de la nube no es fácil de implementar. Exige inversión en tiempo, dinero y habilidades, y las empresas deben examinar cuidadosamente las cargas de trabajo y los datos para ver si la explosión de la nube puede ayudar.

En este artículo, desglosamos los pasos a seguir para ver si la explosión de nubes es la solución adecuada.

1. Escenarios: modelado de datos y flujos de trabajo

Las organizaciones deben comenzar analizando su estado de TI actual, incluida la forma en que utilizan la nube, sus flujos de trabajo y los datos que manejan.

La explosión de la nube se asocia más a menudo con la computación que con el almacenamiento. Esto se debe a que mover grandes volúmenes a la nube y viceversa puede no ser práctico debido a los costos, la latencia y los riesgos para la integridad de los datos. Es más probable que las empresas envíen cargas de trabajo a la nube cuando los datos ya están allí o cuando hay cuellos de botella en el procesamiento de datos.

Hay situaciones en las que los datos se pueden descargar a la nube de manera más permanente, como para archivar, análisis avanzados o inteligencia artificial y aprendizaje automático. La descarga de datos (a menudo no estructurados) a la nube es cada vez más popular a medida que las empresas se trasladan al almacenamiento de objetos. Pero estos no son, estrictamente, escenarios explosivos.

Mover datos desde bases de datos relacionales es más difícil por motivos de rendimiento. Los sistemas transaccionales, en particular, son sensibles a la latencia. Por otro lado, una aplicación orientada al consumidor basada en la web podría irrumpir en la nube, ya que es menos probable que los consumidores se desanimen por pequeños retrasos en el procesamiento de transacciones.

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Sin embargo, el trabajo de prueba y desarrollo se puede mover más fácilmente a la nube y puede liberar recursos para los sistemas de producción.

Por lo tanto, los directores de información (CIO) deben evaluar la idoneidad y la practicidad de las aplicaciones en ráfaga en la nube, sin olvidar tener en cuenta el costo de la capacidad y la infraestructura de soporte, como las interconexiones de alta velocidad al proveedor de la nube.

Como señala Ajay Khandelwal, director general de estrategia de software de la consultora EY, hay cuatro cargas de trabajo clave que los CIO deben evaluar: estáticas, periódicas, “con picos” y desconocidas o temporales. Todas las cargas de trabajo, excepto las estáticas, pueden beneficiarse de la explosión si se hace bien.

2. Observa los mecanismos de explosión

Los grandes proveedores de la nube dividen la ráfaga en tres categorías: ráfaga manual, ráfaga automatizada y balanceo de carga distribuido.

La ráfaga manual tiene la compatibilidad más amplia, pero generalmente el rendimiento más bajo, ya que alguien necesita invocar la ráfaga y también decidir cuándo traer la carga de trabajo de vuelta a casa.

Los sistemas automatizados son más eficientes, pero requieren una inversión inicial en tecnología, como tecnología de escalado para máquinas virtuales (VM) o un cambio a plataformas de contenedores, y en análisis de uso de TI. Sin datos sólidos, las empresas no sabrán cuándo explotar o cuánta capacidad trasladar a la nube.

Y, aunque los sistemas como el equilibrio de carga distribuido son en gran medida invisibles para el usuario, la arquitectura de TI debe diseñarse para admitirlo.

3. Idoneidad de la aplicación para reventar

Un número creciente de aplicaciones ahora son “nativas de la nube” y están diseñadas para funcionar en entornos híbridos o de múltiples nubes. Pero las aplicaciones empresariales más antiguas generalmente no lo son.

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Las empresas deben analizar sus aplicaciones para ver si es posible una explosión, o si la aplicación debe actualizarse, adaptarse o incluso reemplazarse. Si se trata de una aplicación interna, los equipos de desarrollo deberán estar familiarizados con la explosión de la nube y sus requisitos técnicos.

Algunas aplicaciones simplemente no se adaptarán al proceso, porque son muy sensibles a la latencia o la variabilidad en los niveles de servicio o los tiempos de procesamiento. Estas aplicaciones podrían ejecutarse mejor internamente o posiblemente completamente en la nube.

Este también es el caso de aplicaciones con grandes volúmenes de datos. Trasladar los datos a la nube llevará más tiempo del práctico, dada la necesidad de mantener el rendimiento de las aplicaciones.

Y las organizaciones también deben considerar la seguridad, el cumplimiento y la gobernanza, especialmente cuando los datos se transfieren a un proveedor de nube pública.

Los equipos de TI también deben analizar la gobernanza. ¿Pueden controlar el período de explosión? ¿Cuánto tiempo es probable que dure el exceso de carga de trabajo y qué tan fácil es volver a reducirlo? Es poco probable que el uso de un mecanismo de explosión de nubes como infraestructura de nube a largo plazo sea rentable.

4. Analizar recursos

Aunque la expansión de la nube ahora está bastante bien establecida, y es algo que los entornos de contenedores como Kubernetes manejan de forma nativa, configurar aplicaciones y almacenes de datos para expandirse a la nube exige un trabajo preparatorio cuidadoso.

Las empresas deben considerar si tienen el presupuesto, las habilidades y el tiempo para introducir la explosión de nubes. Y los CIO deben sopesar estos factores frente a las alternativas.

Estos incluyen recursos locales adicionales o un uso más eficiente de ellos a través de máquinas virtuales y arquitecturas más modernas, como contenedores, mover toda la carga de trabajo a la nube pública o usar un entorno híbrido más permanente. Nuevamente, mucho dependerá del volumen, la naturaleza y la sensibilidad de los datos corporativos.

5. Cree un caso de negocios

Una vez que el equipo de TI ha auditado los datos, las aplicaciones y los flujos de trabajo, puede crear un caso de negocios para la expansión de la nube. Esto estará regido, por supuesto, por los costes y por el tipo de cloud bursting que mejor se adapte a la carga de trabajo.

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Esto, entonces, debe compararse con los beneficios para el negocio. Como señala Anay Nawathe, consultora de ISG, la ráfaga es más adecuada para “cargas de trabajo no críticas y de uso intensivo de cómputo”, en lugar de sistemas empresariales centrales.

Sin embargo, habrá otros escenarios donde el caso de negocios sea más simple. Estos son comunes en sectores como el comercio minorista y los medios y el entretenimiento.

Si el costo marginal de la transacción sobre una base “explosiva” es menor que los ingresos por ventas que genera, y el rendimiento está dentro de las tolerancias del usuario o del cliente, vale la pena hacerlo. En EY, Khandelwal señala el uso de la nube para ejecutar promociones de comercio electrónico durante un evento deportivo o el Black Friday, donde las empresas han logrado ahorros del 50 % al trasladar esas cargas de trabajo a la nube.

6. Planifica y prueba

Finalmente, las empresas deben planificar cómo introducir la explosión de nubes y probar que funciona según lo previsto. Las organizaciones deben estar seguras de que no solo pueden expandirse rápidamente a la nube, sino que también pueden reducir rápidamente y sin afectar el rendimiento de la aplicación.

Tampoco se trata solo de realizar pruebas técnicas, aunque éstas son vitales. También se trata de monitorear el consumo y combinar los datos con los precios del proveedor de servicios en la nube para comprender el costo real del proceso.

Y si la tecnología, las necesidades comerciales o los precios de los CSP cambian, los CIO deben volver a ejecutar sus modelos para volver a este flujo de trabajo y analizar una vez más sus decisiones de expansión de la nube.

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