A nivel mundial, el porcentaje de transacciones financieras que se basan en pagos en efectivo está disminuyendo rápidamente. Este cambio ha sido provocado por una serie de factores, incluidos los desarrollos tecnológicos que han dado lugar a nuevos servicios de pago digital, así como formas de implementar una moneda digital. Otros impulsores del cambio incluyen la expansión del comercio electrónico y usuarios finales más exigentes.
Las firmas digitales permiten certificar esencialmente que un valor fue creado por una organización determinada: un banco central, en el caso de una moneda digital. La tecnología Blockchain hace posible descentralizar el libro mayor, de modo que los participantes de la red puedan realizar transacciones sin la participación directa de un servicio central.
El banco central de Suecia, Riksbank, se dispuso a explorar el uso de monedas digitales en Suecia y creó una nueva división para ese propósito en 2019. Su “división e-krona” tiene la tarea de investigar soluciones técnicas para un complemento digital al efectivo, junto con los problemas regulatorios asociados.
En febrero de 2020, Riksbank contrató a Accenture para que le suministrara una solución técnica que se probaría en un entorno de prueba cerrado. El sistema fue probado por Riksbank utilizando participantes (bancos), usuarios finales e instrumentos de pago simulados. En abril de 2021, finalizó la fase uno y el Riksbank aprobó una extensión del piloto a la fase dos.
Aunque Riksbank no está cerca de tomar decisiones finales sobre la tecnología subyacente, eligió basar el piloto en la tecnología blockchain, representando la moneda con tokens en una red distribuida. Como es el caso de los billetes, solo el Riksbank puede crear o destruir e-kronor. Cada token es una unidad digital identificable de forma única con un certificado que muestra que fue emitido por Riksbank, y cada token tiene un valor monetario específico, que puede variar de un token a otro.
La cantidad total de dinero en circulación seguirá siendo la misma y la corona sueca siempre tendrá el mismo valor, ya sea en forma digital o en efectivo. Los usuarios pueden almacenar e-kronor localmente, pero necesitarán una billetera digital para acceder a ellos. Los pagos requieren comunicación con la red e-krona, que incluye bancos y proveedores de servicios de pago.
Una característica importante del esquema es que cada token se puede usar solo una vez. Tan pronto como se usa una ficha, se registra como consumida y la cantidad de dinero representada por la ficha adquiere una nueva representación en forma de una o más fichas nuevas.
Riksbank distribuye e-kronor a otros bancos que participan en la red que, a su vez, distribuyen la moneda al público en general. Cada participante de la red tiene su propio nodo de red, que utiliza para solicitar e-kronor de Riksbank. Luego, Riksbank crea la cantidad adecuada de moneda digital, la distribuye al nodo del participante y carga la cantidad en una cuenta de liquidación asociada con el participante.
Luego, los participantes pueden distribuir e-kronor a las billeteras digitales de los usuarios finales a través de un instrumento de pago, como una aplicación móvil o una tarjeta. Los usuarios finales pueden usar las coronas electrónicas para transacciones y cambiarlas por tenencias en un banco participante.
La red e-krona se basa en blockchain, que crea un libro mayor distribuido. La naturaleza distribuida de la red significa que otros nodos pueden continuar funcionando incluso cuando hay una falla central. El único momento en que se requiere un control centralizado es cuando se crean o controlan e-kronor. En ambos casos, Riksbank debe estar involucrado y debe cargar o acreditar su sistema de liquidación.
Los nodos participantes garantizan la autenticidad de e-kronor al verificar el historial de transacciones y asegurarse de que se pueda rastrear hasta Riksbank como emisor. Se invoca una función de control específica para verificar que un token específico no se consume.
Las representaciones digitales existentes del dinero, como las cuentas bancarias, no se pueden almacenar localmente y requieren conexión a un servicio central para acceder. Este no es el caso de e-kronor, que se puede almacenar localmente en billeteras digitales. Siempre que el usuario final tenga un instrumento de pago, puede gastar el dinero sin la participación directa de un banco.
Futuro de la e-krona
La primera fase del piloto se probó mediante simulaciones, prestando especial atención al suministro de liquidez a través del sistema de liquidación del Riksbank y el papel de los participantes que distribuyen e-kronor a los usuarios finales. La segunda fase de la prueba piloto está completamente en marcha y se basa en las mismas opciones tecnológicas, pero con nuevas áreas de enfoque, incluida la integración con las terminales de punto de venta existentes y con los sistemas internos de los bancos comerciales. Otras áreas de enfoque son la funcionalidad sin conexión y la mejora del rendimiento y la escalabilidad.
Además de probar la base tecnológica de la e-krona, el proyecto piloto ha estado explorando problemas legales y éticos, los mismos problemas que probablemente surjan en cualquier otro país lo suficientemente audaz como para hacer una transición temprana a las monedas digitales del banco central (CBDC). ). La gran pregunta ahora es: ¿será Suecia uno de esos primeros en adoptar?
El 25 de enero de 2022, durante la sesión de apertura de la conferencia DC³ titulada “De las criptomonedas a las CBDC”, La primera vicegobernadora del Riksbank, Cecilia Skringsley, habló sobre el futuro de la e-krona. “La cuestión de una e-krona es actualmente objeto de una investigación formal por parte del parlamento sueco”, dijo.
Riksbank continúa trabajando en los asuntos legales y brindará apoyo a la investigación formal del parlamento sueco durante el año. “Lo más probable es que se deba adoptar una legislación para satisfacer las necesidades futuras”, dijo Skringsley, enfatizando las reglas sobre el lavado de dinero y conozca a su cliente, y sobre la imposición de límites a los pagos.
Mientras tanto, Skringsley dijo que tiene la esperanza de que uno de los beneficios potenciales para los suecos sea que el sector privado podrá desarrollar nuevos servicios de pago utilizando la plataforma Riksbank. “El sector privado siempre será mucho mejor en la innovación de los servicios para el usuario final”, agregó.