A primera vista, el concepto de empresas que unen datos estructurados y no estructurados a través de la tecnología para revelar nuevos conocimientos sobre sí mismos, sus productos y sus clientes parece simple.
Pero el grupo Harvey Nash de este año Informe de liderazgo digital – la encuesta más grande y de mayor duración del mundo de los responsables de la toma de decisiones de tecnología de alto nivel – muestra que alcanzar este estándar de oro de datos sigue siendo tentadoramente difícil de lograr para las organizaciones.
La investigación muestra que solo alrededor de una cuarta parte de los líderes tecnológicos califican a su organización como altamente efectiva en el uso de datos para generar más ingresos o para informar su oferta de productos o servicios.
El panorama es ligeramente mejor para las organizaciones grandes, aquellas con presupuestos tecnológicos de $ 250 millones o más, con un 38% calificándose a sí mismas como muy efectivas en el uso de datos para generar ingresos y un 39% para informar su producto o servicio. Puede darse el caso de que las organizaciones más grandes simplemente tengan más datos con los que jugar, pero también es el caso de que están preparadas para invertir y, como resultado, están obteniendo más retornos.
Sin embargo, incluso entre las empresas más grandes, relativamente pocas están dando el salto a implementaciones a gran escala de big data. Menos de una cuarta parte (23%) de los líderes digitales dicen que su organización ha implementado big data a gran escala, y un tercio (34%) lo ha introducido en pequeños bolsillos.
Sigue existiendo una preferencia por sumergir el dedo del pie corporativo en el agua a través de pilotos y pruebas de conceptos en tecnologías emergentes, optando por aprender rápido y fallar rápido en lugar de comprometerse con grandes iniciativas. Esto es aún más pronunciado con otras tecnologías emergentes como la automatización de procesos robóticos (RPA), la inteligencia artificial (AI) y el Internet de las cosas (IoT).
El auge de lo digitalmente excelente
Si esto suena algo decepcionante, hay motivos para animarlo. La proporción de líderes en tecnología que se califican a sí mismos como “excelente digitalmente” ha aumentado significativamente en los últimos 12 meses, del 30% hace un año al 41% ahora.
No hay duda de que la pandemia ha obligado a las empresas a actualizarse digitalmente al ritmo. Y no se detendrá aquí. Los líderes digitales están reportando el nivel más alto de optimismo para aumentar los presupuestos y el personal de tecnología para el próximo año.
También es crucial, y como recordamos regularmente a nuestros clientes, no tiene que suceder todo a la vez. Este es un viaje. El camino para alcanzar el estándar de oro de los datos es largo, no un sprint corto. La clave es crear una hoja de ruta incremental de etapas a lo largo del viaje: inversiones técnicas graduales y asequibles dentro de un programa de cambio manejable que produce impactos visibles y permite que la empresa alcance objetivos específicos.
No es necesario mirar muy lejos para ver la prevalencia de la ingestión de datos y las herramientas de limpieza en el mercado, pero las herramientas por sí solas no son suficientes. Para que sea significativo, debe comprender qué conjuntos de datos son importantes y por qué. Debe tener un marco de gobierno claro en torno a cómo se ven los datos de buena calidad y cómo se pueden modelar e interpretar para dar como resultado una toma de decisiones informada, basada en datos y significativa. Solo entonces los datos pueden cambiar el dial en términos de eficiencia operativa, generación de ingresos y satisfacción del cliente.
Brechas de capacidad que frenan a los líderes
No hay duda de que el desafío de los datos se ve agravado por ese problema de larga data de la industria: la escasez de habilidades. Sigue habiendo una brecha significativa en el mercado entre el personal calificado necesario para el análisis y la comprensión de datos profundos y el que está disponible. Cuatro de cada 10 líderes digitales dicen que sufren una escasez de big data y talento analítico, la segunda escasez más aguda solo por detrás de la ciberseguridad (43%).
Si, además de este desafío de habilidades, superponemos la tendencia emergente de que el liderazgo de los datos y lo digital se está difundiendo cada vez más en toda la organización, entonces podemos ver claramente el riesgo de que surjan estrategias variadas, con diferentes prioridades en torno a los datos y diferentes opiniones sobre cómo se ve “bueno”. La presión (o el desafío) sobre un pequeño número de personas para que las estrategias de datos cobren vida en formas comerciales significativas, de valor agregado, centradas en el cliente, es inmensa.
La nube aporta claridad
La mayoría de las empresas ya han migrado significativamente a la nube (el 60% lo ha hecho a gran escala) y, si se aborda correctamente, esto puede convertirse en un catalizador para el progreso de los datos. La nube, naturalmente, facilita la gestión de datos y reduce el costo del almacenamiento de datos al mismo tiempo.
Sin embargo, hay algunas reglas de oro a seguir. Primero, evite la “mentalidad de acaparador”. El hecho de que sea barato mantener los datos en la nube no significa que tenga que trasladarlos todos. Recuerde también el adagio “la basura entra, la basura sale”. No se limite a reinventar la situación anterior en la nube, sino que aproveche la oportunidad para transformar y modernizar la forma en que piensa acerca de sus datos de principio a fin: captura, administración y utilización.
De esta manera, una organización no solo obtendrá una mejor calidad de datos como base, sino que podrá realizar los cambios deliberados necesarios para convertirse en una empresa impulsada por datos y cosechar los beneficios que esto brinda.
Nirvana – acercándose
Cualquier empresa que no utilice sus datos para mejorar continuamente, comprender mejor a sus clientes y adaptar sus productos y servicios en consecuencia, encontrará que pierde relevancia y posición en el mercado rápidamente. Por eso es importante alcanzar el estándar de oro de los datos. Nuestra investigación revela que a la mayoría de las organizaciones todavía les queda mucho camino por recorrer.
Al mismo tiempo, el progreso se acelera. El conocimiento de los datos puede ser una fuerza unificadora que toque cada parte del negocio: flujo de trabajo, fuerza laboral y lugar de trabajo. Una única fuente de verdad es la aspiración al liderazgo digital, y ese nirvana se está acercando gradualmente.
El “Informe de liderazgo digital” de Harvey Nash Group (se requiere registro) publicado hoy afirma ser la encuesta más grande y de mayor duración del mundo entre los principales responsables de la toma de decisiones en tecnología.